El mercado del arte (y en pesos)
Una más, entre muchas otras, de las virtudes de la era digital ha abrazado la historia del arte.
Nuestra tendencia a determinar fechas y partidas de nacimiento para eras y épocas sociales no ceja en ningún momento. Mi opción por el 2007 está publicada a repetición (Capitalismo Sanitario) y no deja de sorprender que 20 años antes de esa sucesión de acontecimientos haya aparecido la primera cámara digital con almacenamiento interno de Fuji, creada en 1988, que grababa en una tarjeta de memoria interna de 16 MB, que no llegó a salir al mercado, según Wikipedia.
Aun así y de ahí en adelante, la posibilidad -constantemente ampliada en capacidad de píxeles- de eternizar a un artista junto a su obra superó las clásicas imágenes volcadas en papel fotográfico y pegado en el dorso de los cuadros como método coadyuvante de certificación. Un título de originalidad visible, que acompañó al legible y va camino a reemplazarlo. Ya es común que los escribanos legalicen fotos y vídeos en múltiples soportes, y las blockchains han entrado también en ese juego.
De la palabra escrita por los galeristas, o sucesores de los artistas plásticos renuentes a identificar (firmar, fechar y numerar) sus obras, a la foto captada en el momento de la entrega de la realización plástica de manos de su autor, la cámara digital impuso un matrimonio eterno (o casi, por los 30 y pico de años que memoramos, años perros digitales) entre imagen y autenticidad de la obra.
En BADA esto se dio en streaming. Cuando una feria, exposición o evento de arte rompe la línea de la década, merece una mención destacada. Los pabellones de la Rural, prolijamente montados y con un tránsito peatonal fomentado a no pasar ningún espacio de artista por alto, permitieron un flujo competencial que envidiarán los profesionales y docentes de economía como ejemplo de sus clases, conferencias o apariciones mediáticas. Artista, obra, coleccionista y foto, todo en un mismo instante. Garantía de autenticidad en vivo.
Más de 100000 visitantes
Valores de referencias de cada obra, invitaban al público a la negociación personal con el artista elegido. Fructíferas transacciones en efectivo y muchas más en tarjetas. Solo el BBVA ofreció, además, cuotas sin interés. Todo en pesos. Se extrañó la banca pública. La financiación consolida la producción local y las expectativas de posicionar a nuestros artistas en otros mercados. Al @BancoCiudad, al @BancoNacion y al @BancoProvincia se los extrañó. No pueden faltar a la próxima.
En nuestro podio:
- Guido Llordi (@estudiollordi), profeta del color, de las texturas y los efectos tornasolados sobre planos, desbordados, indescriptibles. Si Koons lleva el pulido a otras fases e intensidades, si Escher mezcla en una sola imagen distintos espacios y dimensiones, si Dali derritió el tiempo que derraman sus relojes, Llordi está entrando a pulso desde sus obras a un 3D palpable; logra una demolición de las ilusiones ópticas de la tecnología. Debería conectarse con Felice Varini y apostar al espacio público.
- Los imperdibles óleos de autos clásicos y de carrerasde los Varela (Ángel y Rafael @rafaelvarela.art), en especial la última de Villeneuve, creada por Rafael, fueron tapas de revistas internacionales del deporte automotor. El genio For Export del sampedrino Villafuerte (solo Facebook) tiene quien lo acompañe.
- Clima, paz interior, colores espirituales, técnica mixta y dimensiones variadascompletan con Mauge Sáenz Asprea (@maugesaenzasprea), Este podio subjetivo, como toda valoración y visión sobre arte.
Se pueder revivir en @BADA_Argentina y no te pierdas nuestras recomendaciones sobre las muestras individuales de Maria Andrea Dato (@artedato), Belen Giordano (@belengiordanofotografia), Pedro Minnicelli (@pedrominnicelli) y la mágica Maru Samuilov (@marusamuilov).
Nos veremos en la próxima edición.
El mercado del arte (y en pesos)
Una más, entre muchas otras, de las virtudes de la era digital ha abrazado la historia del arte.
Nuestra tendencia a determinar fechas y partidas de nacimiento para eras y épocas sociales no ceja en ningún momento. Mi opción por el 2007 está publicada a repetición (Capitalismo Sanitario) y no deja de sorprender que 20 años antes de esa sucesión de acontecimientos haya aparecido la primera cámara digital con almacenamiento interno de Fuji, creada en 1988, que grababa en una tarjeta de memoria interna de 16 MB, que no llegó a salir al mercado, según Wikipedia.
Aun así y de ahí en adelante, la posibilidad -constantemente ampliada en capacidad de píxeles- de eternizar a un artista junto a su obra superó las clásicas imágenes volcadas en papel fotográfico y pegado en el dorso de los cuadros como método coadyuvante de certificación. Un título de originalidad visible, que acompañó al legible y va camino a reemplazarlo. Ya es común que los escribanos legalicen fotos y vídeos en múltiples soportes, y las blockchains han entrado también en ese juego.
De la palabra escrita por los galeristas, o sucesores de los artistas plásticos renuentes a identificar (firmar, fechar y numerar) sus obras, a la foto captada en el momento de la entrega de la realización plástica de manos de su autor, la cámara digital impuso un matrimonio eterno (o casi, por los 30 y pico de años que memoramos, años perros digitales) entre imagen y autenticidad de la obra.
En BADA esto se dio en streaming. Cuando una feria, exposición o evento de arte rompe la línea de la década, merece una mención destacada. Los pabellones de la Rural, prolijamente montados y con un tránsito peatonal fomentado a no pasar ningún espacio de artista por alto, permitieron un flujo competencial que envidiarán los profesionales y docentes de economía como ejemplo de sus clases, conferencias o apariciones mediáticas. Artista, obra, coleccionista y foto, todo en un mismo instante. Garantía de autenticidad en vivo.
Más de 100000 visitantes
Valores de referencias de cada obra, invitaban al público a la negociación personal con el artista elegido. Fructíferas transacciones en efectivo y muchas más en tarjetas. Solo el BBVA ofreció, además, cuotas sin interés. Todo en pesos. Se extrañó la banca pública. La financiación consolida la producción local y las expectativas de posicionar a nuestros artistas en otros mercados. Al @BancoCiudad, al @BancoNacion y al @BancoProvincia se los extrañó. No pueden faltar a la próxima.
En nuestro podio:
- Guido Llordi (@estudiollordi), profeta del color, de las texturas y los efectos tornasolados sobre planos, desbordados, indescriptibles. Si Koons lleva el pulido a otras fases e intensidades, si Escher mezcla en una sola imagen distintos espacios y dimensiones, si Dali derritió el tiempo que derraman sus relojes, Llordi está entrando a pulso desde sus obras a un 3D palpable; logra una demolición de las ilusiones ópticas de la tecnología. Debería conectarse con Felice Varini y apostar al espacio público.
- Los imperdibles óleos de autos clásicos y de carrerasde los Varela (Ángel y Rafael @rafaelvarela.art), en especial la última de Villeneuve, creada por Rafael, fueron tapas de revistas internacionales del deporte automotor. El genio For Export del sampedrino Villafuerte (solo Facebook) tiene quien lo acompañe.
- Clima, paz interior, colores espirituales, técnica mixta y dimensiones variadascompletan con Mauge Sáenz Asprea (@maugesaenzasprea), Este podio subjetivo, como toda valoración y visión sobre arte.
Se pueder revivir en @BADA_Argentina y no te pierdas nuestras recomendaciones sobre las muestras individuales de Maria Andrea Dato (@artedato), Belen Giordano (@belengiordanofotografia), Pedro Minnicelli (@pedrominnicelli) y la mágica Maru Samuilov (@marusamuilov).
Nos veremos en la próxima edición.