Mauricio “La Chola” Poblete presenta su muestra “Tenedor de hereje”

El mendocino Mauricio “La Chola” Poblete saltó a la fama del circuito mainstream del arte contemporáneo por una performance en ArteBA en la que bailaba dentro de una caja llena de papas Lays. Pisoteaba un alimento que fue fundamental en la dieta de los pueblos originarios y que terminó “convertido en emblema del capitalismo chatarra”. Performer, artista visual, marrón, integrante del colectivo artístico y sexo-disidente Comparsa Drag, Poblete ahora prepara -sin perder la línea ni las preguntas en torno a la cultura popular- su muestra curada por Leandro Martínez Depietri, con dibujos, pinturas, objetos hechos con pan que podrán verse en Tenedor de hereje.

Mauricio Poblete se define a sí mismo como artista visual mendocino, marica, performer, marrón, mostra, integrante del colectivo artístico y sexo-disidente Comparsa Drag. Nació en Guaymallén, el gran conurbano mendocino, donde habitan colectividades de Bolivia y el Norte Argentino. Con descendencia boliviana llegó a Buenos Aires a sus 27 años, en el 2017.

Entró al arte contemporáneo argentino por “la puerta grande de ARTEBA”, como le gusta decir. Allí se presentó montado en su alter ego de arte drag La Chola, con la acción instalativa American Beauty, donde taconeaba sobre un cuadrado de madera repleto de papas fritas Lay’s. Esa entrada estridente le permitió acceder a una beca del Programa de Artistas de la Universidad Torcuato Di Tella y a una residencia del Museo MARCO de La Boca. Apenas llegó a Buenos Aires participó del taller “Devenir Drag”, en el Centro de Investigaciones Artísticas, donde se hizo amiga de las “mostras” que luego conformaron la Comparsa Drag.

Mauricio “La Chola” Poblete presenta su muestra “Tenedor de hereje”

El mendocino Mauricio “La Chola” Poblete saltó a la fama del circuito mainstream del arte contemporáneo por una performance en ArteBA en la que bailaba dentro de una caja llena de papas Lays. Pisoteaba un alimento que fue fundamental en la dieta de los pueblos originarios y que terminó “convertido en emblema del capitalismo chatarra”. Performer, artista visual, marrón, integrante del colectivo artístico y sexo-disidente Comparsa Drag, Poblete ahora prepara -sin perder la línea ni las preguntas en torno a la cultura popular- su muestra curada por Leandro Martínez Depietri, con dibujos, pinturas, objetos hechos con pan que podrán verse en Tenedor de hereje.

Mauricio Poblete se define a sí mismo como artista visual mendocino, marica, performer, marrón, mostra, integrante del colectivo artístico y sexo-disidente Comparsa Drag. Nació en Guaymallén, el gran conurbano mendocino, donde habitan colectividades de Bolivia y el Norte Argentino. Con descendencia boliviana llegó a Buenos Aires a sus 27 años, en el 2017.

Entró al arte contemporáneo argentino por “la puerta grande de ARTEBA”, como le gusta decir. Allí se presentó montado en su alter ego de arte drag La Chola, con la acción instalativa American Beauty, donde taconeaba sobre un cuadrado de madera repleto de papas fritas Lay’s. Esa entrada estridente le permitió acceder a una beca del Programa de Artistas de la Universidad Torcuato Di Tella y a una residencia del Museo MARCO de La Boca. Apenas llegó a Buenos Aires participó del taller “Devenir Drag”, en el Centro de Investigaciones Artísticas, donde se hizo amiga de las “mostras” que luego conformaron la Comparsa Drag.